Préstame tus tijeras
ésas que sirven
hasta para cortar espejos;
destrozaré diálogos, cartas
rasgaré los recuerdos
para que el viento los regale
a gente a la que no le digan nada.
Préstame las tijeras del pescado
y le arrancaré la piel
a todos los que me mintieron;
las raspas dejarán al aire
el amor que en el fondo, quizá, ojalá,
me tenían.
Acércamelas, las tijeras oxidadas
que rasgan en vez de cortar.
Quiero darle dos tajos sucios a la vida
y servirla fría
para que una vez quieta
sobre el plato
la perdone.
"La manera de recogerse el pelo". Bartleby Editores, 2010.
3 comentários:
Volveu.
Ben chegada, como sempre.
Volvín, si (aínda que nunca deixei de ler o meu Robinson favorito :D), desta vez sen máscaras.
Grazas pola benvida.
Muchas gracias, Begoña.
Besos
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